El psicólogo clínico a lo largo de su tarea profesional se encuentra constantemente ante innumerables situaciones personales difíciles y conflictivas –a veces muy críticas y delicadas– que sus pacientes le confían. En este libro, la autora, además de realizar un recorrido por los más significativos momentos de crisis vitales con los que nos encontramos todos los seres humanos en nuestro desarrollo evolutivo, también efectúa un estudio de las situaciones accidentales o traumáticas, muchas veces imprevistas y repentinas, que generalmente vienen a incrementar aún más aquellas crisis, ocasionando un gran dolor para las personas que las padecen. A través de diversas situaciones prácticas vividas en primera persona y, desde su propia experiencia como psicóloga, logra compartir con el lector muchas de sus vivencias y reflexiones más íntimas relacionadas con aquellas personas con las que le unen un vínculo afectivo específico, intenso y único, que ella asocia a la función de buen maternaje, cuyas características parecidas a la relación habida con la propia madre, constituyen un vínculo esencial, que es la base de todo posible progreso y crecimiento personal. A través de todo ello, Teresa Pont, con su visión realista y humana trata de desmitificar la figura del psicólogo, integrando la Psicología de una forma más plena en nuestra vida cotidiana.
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