Al profesor De Ajuriaguerra le cabe el honor de ser el primero que, en forma original, aborda la problemática biológica psicológica y social del niño dentro de una visión totalitaria cuyo método es, por sí mismo, un planteamiento de estudio y una solución práctica de ese eclecticismo conformista hacia el que fácilmente tiende la psiquiatría. Este planteamiento ha sido posible gracias a as experiencias del autor y a la sabiduría con que ha resuelto la discusión científica, solapada a veces y abierta en ocasiones que han mantenido en el transcurso de los últimos años la neurología y la psiquiatría. No nos cabe duda que que el comportamiento del individuo desde su nacimiento depende de un determinado modo de ser en relación de las relaciones que se establecen y que la enfermedad, desde la óptica de las alteraciones de la forma y de la función biológica, se constituye a su vez en base determinante de una relación social patológica determinada. La importancia que tiene el contexto relacional ha motivado en el autor, no sólo la necesidad de revisar la dimensión social de la vida del niño, sino también la de preocuparse por enseñarnos que un análisis en los procesos de interacción desarrollados en el seno de la familia, en el de la escuela y en el de la sociedad, nos permite comprender que la enfermedad, al margen de su importante condicionamiento biológico, es un proceso que encuentra sentido en el contexto de las relaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta!